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Después de haber pasado unos días  de  la vuelta de Guinea con Miradas Conscientes, comienzo ya a reposar sensaciones y a poder poner palabras a lo que he sentido allí.
Mi segundo viaje, un viaje muy diferente al primero, está vez con Miradas Conscientes, donde a través del  yoga, la meditación, los pranayamas, el trabajo consciente que hemos realizado, la energía del grupo, el compartir, la energía de la tierra, del agua y del alimento, he conectado con cada rincón de nuestro ser, he sentido cada vivencia con una  intensidad difícil de sentir y de conseguir acceder a ella, he sido una observadora de toda la vivencia  sin sentir que nada intoxicaba la experiencia.
He sido observadora de esta experiencia, sintiendo desde cada poro de la piel, aquella tierra, aquel calor, aquella gente , todavía tan pura y conectando y trasladando esa experiencia a  nuestros sentidos.
Hemos  vivido intensamente todos y cada uno de los días, a través de las actividades realizadas, de las experiencias vividas, del compartir con la gente de la aldea, todos los días rodeados de la magia del lugar, de sus gentes, de las sonrisas de los niños.
He sentido la plenitud desde lo más sencillo, lo más básico, desde el no tener, sino ser y formar parte de la vida desde su emoción más pura.
Creo que cuando uno forma parte de un viaje así,  va a experimentar, ahora lo veo más claro, el realizar es un constate  recibir y desde esa perspectiva solo te queda sentir y disfrutar la experiencia.
 
Ahora que puedo poner palabras a lo que he vivido allí, para mi ha sido una experiencia de conexión con mi ser, con mis emociones, con mis sensaciones corporales, de conexión con la energía del grupo y de la tierra y todo en un fluir casi mágico.
He sentido mucha conciencia corporal, emocional, física, mental y espiritual de todo lo que sucedía a mi alrededor, de esa energía grupal que cada uno a decidió entregar, compartir, a su manera y juntos nos hemos bañado en ella.
Esta tierra y sus gentes llevan magia en sus corazones y la energía  y  la fuerza de la naturaleza en todo su esplendor .
Esta tierra  nos ha acompañado durante todo el viaje, no te queremos olvidar, porque lo que sientes es la magia de la vida en su estado más puro.

Siento  que Miradas Conscientes es el viaje donde puedes conectar con tu  ser  y con la madre tierra que nos da la vida y nos nutre con su energía, al que puedes venir cuando quieres sanar y conectar.
No nos cansamos de decirlo pero hay que verlo y sentirlo, vivimos rodeados de comodidad, de todo tipo de lujos materiales que muchas veces no nos hacen felices,  pero los creemos necesarios para nuestra felicidad,  aquí con muy poco se consigue mucha felicidad y muchas sonrisas. No echas en falta nada porque en realidad lo tienes todo.

Un viaje lleno de lecciones y aprendizajes.
Gracias África, gracias guinea, gracias Varela, gracias miradas al mundo, gracias miradas conscientes, gracias María, Susana,  Bebe, Valentina y tanta gente que hace que esto sea posible.
Acacbo de venir y ya os hecho de menos.
 
Susana Sanz

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