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Todo parece organizado para que no paremos ni un instante.
 
Las Redes Sociales que nos envuelven y que no nos dejan “esfumarnos” ni un solo día sin que desaparezcamos literalmente del mapa.
Estas Redes en las que mostramos lo bien que nos lo pasamos, lo que viajamos…en definitiva, lo felices que somos….¡y nada más lejos de verdad!
Culto a la imagen exterior, superficialidad, inmediatez…esto parece que es lo que “se lleva” hoy.
 
Y, paradójicamente, cuanto más tenemos, más nos cuesta ser felices.
 
Y aparece Cayo, un labrador que hoy tendría casi 100 años y que nos dice: “para un poco, respira y piensa un instante si el camino que estás siguiendo es el tuyo, el que tú has decidido seguir o es el que los demás te han marcado”.
 

 
Cayo nos cuenta de forma muy sencilla – como él actuaba en su vida – unos sencillos “trucos” para reconocer si vamos por la senda correcta y para movernos más ligeros, más alegres y más serenos por esta maravillosa aventura que se llama VIDA.
 

 
Colaboro desde hace muchos años con Miradas al Mundo y sé que todas las personas que colaboran incansablemente con esta ONG maravillosa, llevan ya mucho de La carta de Cayo en su corazón.
 
 
 
 
Mi donación del 50% de cada libro a Miradas al Mundo tiene dos objetivos: el primero, el compartir con todos los que colaboran con Miradas este sueño – La carta de Cayo – que se ha hecho realidad y que me está haciendo muy feliz  y el segundo, el “recordar” un poquito lo que ya sabemos y que, por este ritmo que nos han marcado, se nos olvida.
 
Solo puedo decir…¡gracias!

 

 Fernando

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