Skip to main content

En el viaje ocurrieron muchas experiencias maravillosas, pero si a  alguien no podremos olvidar los voluntarios que la conocimos fue a Hermelinda.
Hermelinda es una niña de 13 años que vino a la consulta médica en la aldea de Casolol.Acompañada de su madre se quejaba de un dolor en el pecho y rompió a llorar de modo desgarrador, no podía parar y nada la consolaba.Pensando que había vivido una experiencia traumática, la intentamos calmar hasta que quedó dormida al lado de Arancha.
Nos contaba que lo había pasado muy mal en Bissau, donde tuvo que ir a vivir con su hermana y se puso muy enferma , pasando tiempo en el hospital.No quería volver a la capital, estaba asustada.
 
Ante la situación de angustia de la niña,, decidimos llevarla a vivir con nosotros mientras estuviéramos en Varela y luego valoraríamos que hacer.
Hermelinda se vino a Varela con un poquito de ropa, un poco asustada al principio, no nos conocía y no nos entendía.Con Bocar, otro niño que estaba en nuestra casa empezó a romper las barreras del idioma.
 
Poco a poco, ese rostro de tristeza, se fué transformando en risas,en miradas de complicidad, su rostro se llenaba de luz.Que feliz se puso  con un chubasquero azul que le regalamos porque tenía frío ,no había modo de que se lo quitara.Pusimos en sus manos una ranita habladora y jugaba con ella como si tuviera 6 años y hasta terminaba canturreando su canción en español cada minuto con una gran sonrisa.

Le encantaba jugar al parchís que no conocía,horas y horas y no paraba de reír.También aprendía a hacer pulseras y las letras con un juego didáctico pues apenas sabía escribir.
Su dolor y su angustia desaparecieron y Hermelinda volvió a su aldea con su madre siendo otra niña y nosotros no la olvidaremos nunca,fué para ella como recuperar su infancia perdida y  a cada voluntario nos robó  un poquitin de corazón

Compártenos