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Estamos viviendo días muy duros para todos, debido al  aislamiento que la población está sufriendo para poder parar la pandemia.
Quisiera compartir con vosotros, el mayor regalo que me ha dado África y su gente:
“El agradecimiento”.
Os planteo un reto, “EL RETO DE AGRADECER” .
Agradecer cada segundo de vuestros días, las cosas dadas que parece que no tienen valor, y solo cuando prescindes de ellas, te llenas de consciencia.
Abandonemos la queja que tanto nos gusta a los occidentales y cambiemos nuestros hábitos.

Agradezcamos la vida, el amanecer cada mañana, el agua que lava vuestro rostro que sale del grifo ( y no tenéis que andar kms con un baldo en la cabeza), la ducha caliente (no sabéis cuanto se echa de menos).
La variedad de alimentos en la despensa, el poder comprar en un supermercado y no tener que labrar la tierra para conseguir alimentos.
El no tener que usar una letrina sin el mínimo de condiciones higiénicas.
El que vuestros hijos tengan una educación de calidad, los hospitales que nos atienden y las farmacias que nos surten de medicinas ( es desolador vivir en un país sin un mínimo de sanidad).
Las carreteras que nos unen con el resto del mundo…(yo daría un mundo por unas carreteras. Tengo el cuerpo molido de baches y agujeros en  el camino).
La luz que nos ilumina cada día sin tener que usar velas, linternas o vivir en la oscuridad a partir de las siete de la tarde…y un sinfín de cosas que están ahí, al alcance de nuestras manos para hacernos la vida más fácil.
 
Es un momento muy difícil, de soledad, de miedo, de angustia… pero solo con el agradecimiento y el reconocimiento de nuestros privilegios en pequeñas cosas, que para las personas de otros continentes son inviables, solo sintiéndonos privilegiados , podremos sonreír cada día, dar gracias por lo que nos rodea y luchar contra el miedo y pensar en positivo.

 
Esta prueba nos enseñará a ser más HUMANOS, SALDREMOS MAS FUERTES …pensad que ocurrirá si entra en Guinea…
 

No hay medicamentos, no hay apenas médicos, no hay dinero para medicinas, ni para jabón, ni para poder comprar comida, ni para poder beber cada uno de un vaso, no tienen forma de poderse quedar en sus casas, si no salen a cosechar o a coger anacardo que empieza la campaña se mueren de hambre…
Puede ser que el virus no entre, que pase de largo. Pero Guinea solo con el miedo global y las precauciones a tomar, es cuestión de pocos meses que llegue el hambre
Si el anacardo no puede ser exportado con el cierre de fronteras y su precio se devalúa,  la población pasará a una situación crítica de hambruna.
Los transportes se paran en un país que vive de lo que viene de fuera, del pequeño comercio y de la venta del anacardo. Con un gobierno que acaba de llegar y aún no ha conseguido empezar a gobernar, un panorama que da pánico, desolador, pero aun así tenemos que buscar nuestra fortaleza, con el desánimo perdemos fuerza y sin fuerza no hay lucha.
 
Somos una gran familia, y todos nos apoyamos en todos para no derrumbarnos.
 
Mas que nunca debemos pensar y agradecer…GRACIAS
 

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