Hola a todos,
Unas líneas y unas fotos para presentaros Kamakita, su escuela, su construcción. Es este un pueblo apartado, con una escuela de ramas y un profesor, casi ciego, pero muy tenaz, que se llama Joseph. El tal, casi sin ver ni torta, es un buen profesor aun no teniendo casi medios, y es capaz de acercarse hasta esta Misión, a unos 15 km, caminando y con la sonrisa en la cara si necesita cualquier cosa, no parece tener muchas barreras.
Mr. Joseph a pesar de los inconvenientes está muy interesado en el desarrollo de su pueblo, ya consiguió de la Misión un pozo, y en la actualidad están construyendo por si mismos la nueva escuela, la que tienen en la actualidad es muy pobre.
La nueva escuela se esta construyendo a base de barro, mucho barro. Barro para los cimientos, ladrillos de barro y para unir los ladrillos, más barro. Barro, barro, barro.
Para el techo se van a utilizar dos materiales, palos y el elemento de lujo, zinc, de la más pobre calidad, pero muy digno y muy práctico. No va a haber ni puertas ni ventanas, no son indispensables.
El otro elemento de lujo en esta escuela, a parte del profesor y del zinc, es el constructor, Mr. Sanime. Su trabajo cuesta la alta suma de 400.000 leones, 100 euros, y varios meses le ha costado a la comunidad ingeniárselas para conseguir tantos leones. El resto de la mano de obra lo pone la comunidad al coste de cero leones.
Esta escuela es fruto de la tenacidad de Joseph, de los meeting de autodesarrollo y del barro que esta por todos lados. No es posible que con poco dinero y mucho esfuerzo hagamos algo a favor de nuestros niños? Hagamos algo por nuestro futuro. El techo de zinc es fruto de otro elemento no menos de lujo, el apoyo de muchos de vosotros en Europa.
La educación fuera de la escuela también comienza por aquí, menos pollo, vino de palmeras, y más trabajar. Si se despistan en una comunidad como Kamakita podrían pasar 100 años más con la escuela de ramas.
El encalado, o enfoscado se hará también con barro, tres capas del preciado material. Que poco valorado tenía yo este elemento, la verdad.
Pero que diferencia, con esfuerzo, barro y la oportunidad.
Abrazos, Coco