Durante estos dos meses que llevamos de año, ¡Miradas no para!
En Guinea hemos empezado el año con mucha energía y en estas semanas hemos tenido reuniones con 6 aldeas de la sección de Suzana donde trabajamos.
Las comunidades están muy preocupadas por la salud y educación de sus hijos. La mayoría de ellas nos piden que Miradas haga un pozo grande para poder abastecer a toda la aldea de agua potable, en especial a la escuela para que los niños y niñas puedan beber agua y las cocineras hacer la comida para todos los alumnos y profesores.
Otra de sus preocupaciones es que las escuelas no están dotadas de mobiliario ni material. Hasta tal punto que las familias hacen mesas y sillas con bambú y los niños no pueden escribir. Las mujeres acuden a clases de alfabetización y no caben en esas sillas fabricadas por ellos mismos.
En esos momentos nos damos cuenta del gran esfuerzo que hacen todos para que las nuevas generaciones acudan a la escuela, aprendan a leer y escribir y poco a poco mejoren las condiciones y haya un cambio.
Hay aldeas muy organizadas que ponen un fondo y tienen un poco de dinero para poder pagar al carpintero y cambiar el tejado de chapa, y nosotros ayudamos con las chapas para que en época de lluvias los niños puedan acudir a la escuela en buenas condiciones.
Otras aldeas ponen un fondo para poder ampliar la escuela ya que este año han aumentado las clases de 5º y 6º. En otras aldeas hacen turnos para colaborar en la construcción de la escuela…
Todas las comunidades tienen gran capacidad de esfuerzo, voluntad, energía… que a pesar de las tareas y trabajos que tiene todos los días, les queda fuerza y ganas para mejorar y pensar en el futuro.
Para nosotros, es un privilegio poder acompañar a todos ellos en su crecimiento, poder estar presentes en estos pequeños cambios