Guinea-Bissau es un país con notorias desigualdades sociales que se concretan, esencialmente, en una importante carencia de servicios sociales básicos tales como o acceso a la salud, agua, electricidad, educación, etc. y una importante discriminación de la mujer.
Guinea Bissau está entre los 5 países más pobres del mundo según el último informe sobre índice de desarrollo humano de la ONU. El 64,7 % de la población se encuentra en la pobreza absoluta, con un gasto inferior a dos dólares diarios y sosteniendo una economía de supervivencia basada en la agricultura y ganadería.