Hoy nos hemos ido a visitar dos aldeas de Sierra Leona, la más lejana Kadala está en un paraje sorprendente, después de subir una colina, allí se encuentra una aldea dividida en 3 partes que parece sacada de hace 200 años.
Allí vive Marion, es una profesora que Miradas al Mundo ha contratado para atender a los niños de esa zona. Ella vive en la propia aldea, siendo de otro pueblo, pués no se puede subir y bajar todos los días con la gran distancia que hay que recorrer.
Toda la gente del pueblo está tan contenta de que la visites, de que les dediques una sonrisa y les ofrezcas tu mano, los niños se asustan, pero al rato, poco a poco se van acercando, pocas veces ven a alguien blanco. Ellos te lo dan todo, te ofrecen su casa, su silla, su bebida, en su gran humildad, ponen todo a tu disposición. Su pobreza es muy extrema, las casas son tan sólo pequeñas cabañas minúsculas con una tabla y un saco relleno de paja que hace de colchón, cuando no duermen directamente en el suelo. Pero esos padres han dado un gran paso, se preocupan por la educación de sus hijos y eso es lo que marcará su futuro. Hacen trabajos de comunidad para poder pagar al profesor y construir la escuela.
Como no, en un acto de agradecimiento, por los sacos de cemento que les han ayudado a adecentar la escuela y el pago del sueldo de la maravillosa profesora que tienen, nos han regalado una gallina, con lo que colina abajo, con un calor de justicia, nos fuimos a Kamabai con nuestra gallina. Esa gallina no es tan sólo nuestra, si no de todos vosotros que hacéis que los sueños de esta gente se hagan en alguna medida realidad.