Buen día gente bonita, me llamo Rebe y voy a intentar hacer un resumen de lo que ha sido mi viaje a Guinea.
Después de tener una conversación con María Nebedai , como la llaman allí, sobre condiciones de viaje, como funciona ésto del voluntariado, gastos y demás, tardé dos segundos en saber la respuesta, y la respuesta era sí. Me voy a Guinea a conocer tu proyecto y colaborar en lo que pueda.
La llegada fue impactante, un calor tremendo, unos problemas con el papeleo de nuestro compañero, sin teléfono , sin internet, un chaval majo que nos ayudó en el aeropuerto, buscando a Bebe sin saber cómo era…bueno, nervios, y excitación. La calma vino cuando un hombre alto y delgado me llamó por mi nombre y ahí me dió la risa y me dije, ale alguien que nos conoce, pues era Bebe, por fin. Nuestro conductor que nos llevaría a Varela, un viaje de cuatro horas en un super coche todoterreno saltando y volando por el camino.
Las dos primeras horas de camino a Varela fueron super emocionantes, alucinaba con todo, mira eso, mira lo otro, taaaan diferente todo, que mi cabeza estaba en standby. Alucinando todo el rato.
Una vez allí seguía perpleja, el espacio que tienen en Miradas para l@s voluntari@s me encantó. Agua de pozo, luz con placas solares. La energía hermosa de María y Bebe…me sentía muy cómoda.
La primera semana fue inmensa, hicimos tantas cosas que parecía que había pasado un mes y no cuatro días. Al coincidir con Gonzalo, María lo llevó a conocer un montón de aldeas y allí fuimos nosotras con él, nos fuimos a la escuelita ,que todavía no tenía espacio físico, de Catao,a la escuela de Jufunco, a la tabanca de Bolola, dónde pasamos una noche…A todo ésto,reuníamos a un montón de niños y niñas y hacíamos el número de clown que tenía preparado Gonzalo,sorpresón! Con lo que me gusta a mi el clown!Sueño cumplido,poder participar en el número, poder ver esas expresiones, esas risas…regalazo de la vida. A veces me apartaba para ver la escena desde lejos, un montón de crianzas debajo de un árbol, prestando atención al número, participando, mirando alrededor, como en Jufunco , que no veías más que arena y árboles y te preguntabas pero de dónde salen tantos niños!!!Estaba como soñando. Las primeras noches de estancia seguida en Varela, meditaba todas las noches tocando la arena,agradeciendo todo lo que estaba viviend
Una vez que marchó Gonzalo, ya empezamos con el ritmo habitual de voluntariado. Yo tenía claro que me gustaría participar en varios ámbitos de la ONG, puesto que me gusta el tema de las plantas, me encantan los niños, otra cosa es que sepa llevarlos, y me gusta poder colaborar en temas de logística como cuando ordenamos montones y montones de ropa. Una satisfacción verlo todo recogido,ordenado, etiquetado…
Por las mañanas vienen los niños mayores a la escuela , y por las tardes vienen los pequeños terremotillos . Nuestra labor era amenizar aquello un poco, pero nos vimos muy verdes, se nos ocurrían actividades pero no las llevábamos a cabo. Si volviese otra vez, me gustaría ir más preparada en ese sentido.
Nos hinchamos a dar abrazos, era una recarga de energía total, cuando llegaban,cuando marchaban, es una de las cosas que más echo de menos,las risas con ellos, los bailes…buah, cuánto hemos bailado. Yo no siempre estaba con los niños, por lo que comenté antes, quería conocer el proyecto más ampliamente y estuve haciendo un poco de todo. Conociendo a la gente que allí trabaja, Sidico, Nhima, Emilio, Vacar, Antonheta ,Madi y María de Catao, pedazo mujer María de Catao.
Aprendí alguna frase para poder comunicarme poco a poco con la gente, entendía más que hablaba, pero bueno, hablar , hablaba en gallego casi siempre , metiendo palabras en portugués y criollo. Me llamaba la atención que cuando ibas por la calle todo el mundo saludaba Bom día, bom día…lo echo de menos también .
Una vez que estás allí , todo va a otro ritmo, entre que para determinadas labores hay que adaptarse al calor, a partir de la 1 del medio día los cerebros se derriten. Luego a comer y luego siesta,si es que eres capaz, porque yo con el calor que tenía, me tiraba a la sombra y empezaba a sudar.
Los mayores ya solían tener tareas como estudiar algún tema , o los últimos días, María les ayudaba a estudiar y entender portugués. Pues me encantaba ver como prestaban atención, se alegraban un montón cuando sabían la respuesta…es muy bonito ver las ganas que tienen de aprender.Los peques ya tenían otro tipo de tareas como pintar, aprender sumas, restas, algún día veíamos una peli en portugués.
En ocasiones nos ibamos a la playa, lo bueno de estar en la costa. Observaba mucho a los niños, como jugaban , como se trataban entre ellos, qué les emocionaba..Algunos días les acompañábamos a sus casas, hacíamos el camino hasta la última casa, era muy divertido, veíamos dónde vivían, cómo era su entorno, sus habitaciones, dónde hacen la comida…
También pasamos el carnaval alí, nos disfrazamos ,cantamos, bailamos…me encantó el momento buscar disfraz. Y una de las cosas que me hacían sentir en casa, era cuando me aprendía los nombres de cada uno y los llamaba por su nombre, es algo que me encanta, y luego me fijaba y los que eran hermanos se notaba el parecido, me gustaba mucho observar eso, y es que hay tanta belleza, interior y exterior, que te abruma.
Vaya regalazo de la vida, ojalá pueda volver de otra forma , pisar aquella arena, abrazar a los niños, que ya no serán tan niños algunos, saber de ellos me gusta, le voy preguntando a María qué tal van, y espero que cuando ella vuelva, poder hacer una pequeña conexión por videollamada y echar un vistacín rápido.
Muchas gracias a tod@s por permitirme estar con ésta gente tan hermosa y poder colaborar en lo que pude.Nos vemos pronto!